19 noviembre 2015

Medio siglo de la presa de García de Sola (... con permiso, presa de Puerto Peña)




En este 2.015 que va a terminar se cumplen 50 años de la terminación de las obras de la presa de Puerto Peña, que por cierto, hasta este año pasado, no sabía el por qué se le llamó después García de Sola. 

Desde sus comienzos constructivos se le dio el nombre del paraje donde está enclavada la presa: “Puerto Peña”, y es que alguien quiso que el nombre del primer presidente del Plan Badajoz e Ingeniero de Caminos, Director General de Obras Hidráulicas, D. Francisco García de Sola, quedara tallado en la memoria para siempre.

Aparecí por estas tierras un 18 de Octubre de 1.967, con 19 años, de una de las zonas más bonitas de España: La Vera. Comencé a trabajar en Agromán, contrata de construcción de la presa, cuando ya se estaban dando las últimas pinceladas de obra: accesos a la presa, señalizaciones, urbanizaciones, etc. Ya por estas fechas su nombre oficial era Presa García de Sola. 

Llegué receloso a esta comarca, puesto que cambiar La Vera por La Siberia, me parecía que iba a perder en el trato, pero me equivoqué. Tanto es así que después de aprobar unas oposiciones de Auxiliar Técnico para CHG en el año 1.979 y  pudiéndome  ir a Mérida, decidí quedarme a vivir junto a esta maravillosa cerrada de Puerto Peña creada entre la sierra de la Solana y la sierra de la Chimenea.  

Vista de la preciosa  Sierra La Solana, hombro izquierdo de la Presa
Quién me iba a decir a mí que esta Presa y yo íbamos a ser tan buenos compañeros durante tantos años, ya que desde el 16 de Enero de 1.979 estoy junto a ella (36 años), ¿cómo no nos vamos a conocer bien?, después hablaré de esto.                          
                                                          
He conocido muchas cerradas de presas, y no es que me lo parezca a mí, pero es la cerrada más bonita y copiosa en aves autóctonas (Buitre Leonado, Cigüeña negra, Alimoche, Cernícalo, etc.), por este motivo en el año 2.009 la reconocieron Z.E.P.A.. 

Por otro lado te enamoran los contrastes del encuentro de los sistemas rocosos del estrecho, donde se entremezclan cuarcitas con pizarras y pizarras con grauvacas, formando los buzamientos de las diaclasas figuras a su antojo.

Sierra de La Chimenea, hombro derecho de la Presa

Este oasis, situado en el término de Talarrubias dentro de la mal llamada comarca de la Siberia, creo que es uno de los rincones más atractivos y llamativos de España. 

Esta exquisitez de paisaje se debe a la repoblación forestal que se realizó en esta comarca a la vez que se construían las grandes obras del “Plan Badajoz”, que junto con el microclima generado por la evaporación de las aguas del Embalse, existe un entorno con una gran diversidad  de vegetación autóctona (jara, tomillo, durillo, labiérnago, lentisco, etc.), que unido a los árboles también autóctonos como la encina, el alcornoque, el quejigo, etc., y otros que no lo son tanto como el pino o el eucalipto, forman entre ellos una combinación creativa y agradable a los ojos, tranquilizando el alma del que lo contempla.    

Del paso de estos cincuenta años tenemos como testigo el Archivo Técnico de la Presa, con casi 300 documentos o proyectos entre presa, nuevas carreteras, expropiaciones y embalse, redactados por los ingenieros que en algún momento de sus vidas han formado parte del equipo constructivo o han sido responsables de la explotación de la misma. 

El primer ingeniero, autor del proyecto, director de las obras y jefe de la explotación de la presa fue, D. Juan Florez y Amo, después le siguieron: D. Manuel Barragán Sebastián, D. Francisco Barbancho López, D. José Ángel Rodríguez Cabellos, D. Fermín Jiménez Núñez, D. Gonzalo Soubrier González, D. José Mª Padilla Jiménez, y en la actualidad repite D. Francisco Barbancho López, total ocho etapas.

No menos importantes en la explotación de la presa fueron las personas ingenieros técnicos de O.O.P. P. que acompañaron a estos ingenieros de caminos en la corresponsabilidad del servicio. El primero fue D. Antonio Lanseros Agudo, que además de estar en la explotación de la presa, anteriormente fue el I.T.O.P. que intervino en la ejecución de la misma desde sus primeros tanteos. Le siguió D. Juan José Leal García y en la actualidad D. Jose Antonio Torres Cedillo.

He trabajado con todos ellos, y de verdad que de todos he aprendido algo: de unos trabajos técnicos hidráulicos consistentes, y de otros  responsabilidad y personalidad humana.  
    
Anteriormente decía que la Presa y yo nos conocemos muy bien, y digo esto, porque si decimos que si una cosa se mueve es porque está viva, pues la Presa se mueve luego está viva. Y está viva y doy fe de ello porque: 

-   Entendí su pena en la sequía del año 1.993, al no poder echar ni una lágrima de agua para que se regaran las Vegas del Guadiana. 

-  Observo su alegría cuando las personas vienen a visitarla si está echando por esos siete ojos borbotones de lágrimas de alegría a su hermano el Embalse de Orellana. 

-   Si la contemplo atentamente desde aguas abajo, me muestra su robustez, su seguridad en sí misma, y como todas las femeninas, coquetea y te llama la atención bien con el sonido que produce el goteo repetitivo del agua de cualquiera de los desagues, o bien con el vaivén de la vegetación que adornan sus estribos producido por el soplo de la brisa siempre constante. 

-   Noto perfectamente su orgullo, porque sabe que es una Presa importante y muy necesaria dentro del conjunto de las que forman el famoso “Plan Badajoz”, y porque es conocedora de que su enclavamiento está en una cerrada que es la envidia de todas las demás.






bella realidad de contraste expresivo: farallón emergente de un lago                                                  
                                    Veis como no exagero cuando digo que es una belleza de contrastes                                                

Esta Presa ¡cuánto sabe de mí, de mi familia y de la Confederación!. Lo sabe por los paseos nocturnos veraniegos que me han soportado sus aceras, y que son los que escuchaban mis preocupaciones laborales, mis decisiones familiares, mis lamentos salariales, y por qué no, mi rezos cristianos …. en fin, una buena amiga, porque a todo ello callaba y me comprendía.

Este año 2.015 quiero expresar mi humilde orgullo por haber contribuido, con un celo constante, de que el entorno de la Presa no sufriera bruscas transformaciones, y en lo posible no variar las cosas que en mi retina quedaron cuando llegue a esta zona.

Como en cualquier aniversario, querida Presa, te deseo que cumplas muchos más años, dando lo mejor que sabes dar: agua de vida. Enseña a la persona que ocupe mi lugar tu lealtad y dale la misma confianza que pusiste en mí. Te echaré de menos donde esté.

Reflejo en noche de quietud con la luna en candelero


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