En el maremágnum electoral que nos ha ocupado durante las últimas semanas, han pasado totalmente desapercibidas dos cuestiones que, si embargo, han tenido y tienen una importancia capital desde el punto de vista de la vertebración territorial de este país (antes llamado España).
La primera de las cuestiones es que ha sido necesario declarar el estado de sequía en dos de las demarcaciones hidrográficas en las que estamos organizados (concretamente las del Júcar y Segura).