Desde hace unos días es noticia en los medios de comunicación la crecida del río Ebro. Las imágenes son espectaculares y explican los daños que la crecida está produciendo a su paso por campos y ciudades. La antelación con que la Administración hidráulica, en este caso la Confederación Hidrográfica del Ebro, está avisando a Protección Civil y, en general, a los ciudadanos, a través de prensa, radio y TV, ha reducido los efectos a daños materiales, relevantes, eso sí, pero aminorados por la anticipación de medidas correctoras.
El asunto de la regulación y laminación de embalses (ver artículo de Álvaro Paniagua en el blog de Agua Civilizada) tiene muchas connotaciones. En este episodio de la cuenca del Ebro la gestión de apertura/cierre de compuertas de los embalses situados aguas arriba de Zaragoza probablemente ha reducido en 50 cm la punta máxima de la crecida alcanzada esta madrugada (6,10 m). Con la presa de Yesa recrecida (están en curso las obras de recrecimiento) esa reducción hubiera llegado a un metro. También la limpieza del cauce hubiera contribuido a aminorar los daños. Ello nos lleva al dilema habitual entre daños medioambientales y otro tipo de daños que no dejan de ser también medioambientales.
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| Imagen de la Presa de Yesa |
Un dato relevante es que la capacidad de los embalses situados aguas arriba de Zaragoza, en cabecera del Ebro y en los afluentes por la margen izquierda, es de 1200 Hm3 , frente, por ejemplo, a los 6000 Hm3 de que dispone el sistema de embalses Guadiana - Zújar en Extremadura. Ante una situación de fuertes lluvias y deshielo esa capacidad es muy reducida y no solamente para poder laminar de forma notable la avenida sino porque, después de que ésta se haya producido, con una gestión óptima de los embalses ése es el volumen de agua que quedará almacenado, muy limitado para los usos de abastecimiento, regadíos e industrias. Cuando se habla de trasvases se olvida que lo primero que hay que hacer es aumentar la capacidad de regulación, lo que está contemplado en el Pacto del Agua. A partir de la ampliación de Yesa y la construcción de alguna presa más no habría ningún problema para la realización del trasvase a la cuenca del Segura.
Este episodio, que se repite varias veces al año, vuelve a poner de relieve el papel de las presas en la gestión del recurso hídrico. A lo largo de las distintas Miradas sobre La Serena que se vienen publicando en este blog se está destacando la importancia de la presa y, en general, del sistema Guadiana – Zújar, a la hora de minimizar los daños por avenidas y garantizar la reserva hidráulica necesaria para los abastecimientos y el desarrollo de los regadíos y la industria en buena parte de Extremadura. Dando por supuesto que el carácter muy beneficioso del papel de las presas está supeditado necesariamente a una adecuada gestión de las mismas.
Zaragoza, 2 de marzo de 2015
Un breve apunte como información complementaria de la crecida de estos días en el Ebro. La gestión de las presas de Ebro (cabecera del río), Yesa (río Aragón), Itoiz (río Irati) y otros más pequeños ha permitido una reducción del caudal punta en el tramo medio del Ebro de 600 a 800 m3/seg (cantidad comunicada por la Ministra a los medios en su visita a Zaragoza). Vistos los daños con un caudal de 2600 m3/seg, la falta de laminación o una laminación deficiente hubiera dado lugar a una situación desconocida con daños materiales (y probablemente personales) incalculables. Cabe recordar que la presa de Itoiz y el recrecimiento de Yesa han sido y siguen siendo cuestionados por algunos sectores de la sociedad.
ResponderEliminarLa avenida ya ha llegado a la presa de Mequinenza, cumpliendo ésta, junto con Ribarroja y Flix (todas en el tramo final del Ebro) su papel de regulación para absorber la crecida extraordinaria y producir el mínimo de afecciones posible aguas abajo. Es de resaltar que en la gestión de todas las presas ha tenido y tiene un papel relevante para los ingenieros responsables de Explotación la información en tiempo real proporcionada por el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH). Una información que ha permitido anticipar las decisiones, incluido el aviso a los organismos competentes de protección civil.
Construir presas en esas benditas tierras ha sido, es y será cosa harto difícil. Y ello a pesar de que el rio lo lleva pidiendo desde hace mucho tiempo. Per como decía el chiste : " chufla chufla que como no te apartes tu ...."
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